Un grupo internacional de geólogos piensan que la actividad
sísmica de Marte podría generar suficiente hidrógeno para que los microbios que
se alimentan con ese gas pudieran sobrevivir en las entrañas del planeta rojo.
Durante
un terremoto, las rocas se frotaron entre sí, y se pudo formar hidrógeno que
permitió el crecimiento de microorganismos cerca de las fallas más activas,
asegura Sean MacMahon, un geólogo de la Universidad de Yale (Connecticut,
Estados Unidos) que ha participado en un estudio publicado en la revista
'Astrobiology'.
MacMahon y sus compañeros llegaron a
esta conclusión sobre Marte tras analizar la composición química de los
líquidos generados en zonas de la Tierra donde hay fallas tectónicas que habían
mostrado actividad sísmica reciente o en los lugares que habían recibido el
impacto de asteroides y meteoritos.
Según los cálculos de los autores, las rocas de Marte
podrían contar con cantidades de hidrógeno cinco o seis veces superiores a lo
necesario para la existencia de vida.
Esta teoría se podrá corroborar en 2018, cuando el
sismómetro a bordo del módulo InSight de la NASA registre con qué frecuencia
tienen lugar los denominados maremotos.